la verdadera, verdadera new york cheesecake

Aquí estamos de nuevo, quizás con uno de los mejores inventos del mundo en postres: la New York cheesecake, pero porque el nombre aludido a NY, pues aquí tenemos el porqué, se dice que es un postre a base de queso que pudo haber sido muy popular en la antigua Grecia, un queso saborizado que se dio a conocer con el paso del tiempo, una vez integrado a la gastronomía europea, este postre paso a los Estados Unidos donde miles de inmigrantes buscaban mejores condiciones de vida. Un quesero norteamericano intentando imitar un famoso queso francés, creo un queso cremoso que con el tiempo sería conocido como queso Philadelphia. El queso tipo philadelphia es la base de nuestro famoso cheesecake.
Es un postre muy sabroso y suave, además podemos darle distintas combinaciones, se hace de una forma fría sin cocción con gelatina y a la nevera, con base de galletas o como a mi más me gusta, con masa que forma una costra y cocinada.
Les paso mi receta, es un acertado en toda regla y si tenemos en cuenta todos los puntos importantes de seguro tendrán un postre para deleite de todos.

Mi NY cheesecake

Esta pensado para un molde de 22 cm

Para la masa:

• 1 sobre de levadura royal
• 330 gr de harina
• 60 gramos de azúcar
• una cucharadita de piel de limón rallada
• 80 gramos de mantequilla
• 80 gramos de agua
• 1 huevo

Para el relleno

• 750 gramos de queso tipo philadelphia
• 230 gramos de azúcar
• 60 gramos de harina
• 2 cucharaditas de piel de limón rallada
• 4 huevos
• 170 ml de nata

Pasos

1. Para la masa, que es un tipo de masa quebrada, mezclamos harina, levadura, ralladura de limón, azúcar y mantequilla, lo integramos lo mejor posible, seguidamente mezclamos el agua y el huevo y lo terminamos de integrar sin que nos quede grumo. Dejamos reposar nuestra masa en la nevera cubierta en papel film, mientras hacemos el relleno.
2. Preparamos nuestro relleno, para ello batimos con un batidor manual el queso crema, azúcar, harina, nata y ralladura hasta obtener una mezcla suave. Añadimos los huevos de a uno y sin batir, solo mezclamos hasta que este todo integrado (no queremos una masa con aire).
3. Volvemos a nuestra masa, la retiramos de la nevera, la estiramos con un poco de harina, forramos un molde, mientras encendemos el horno a 210º. Luego de forrar cubrimos la misma con papel aluminio y sobre está volcamos garbanzos, judías, etc, lo llevamos así al horno por 10 minutos. Lo retiramos del horno, quitamos el peso y volvemos a hornear por 10 minutos más. Dejamos enfriar
4. Antes de volcar nuestro relleno dejamos que la masa este fría, volvemos a calentar el horno pero bajando la temperatura a 150º. Volcamos la preparación y lo cocinamos por una hora y media aproximadamente, vamos controlando. Una vez lo veamos cocinado, no abrimos el horno por nada del mundo de golpe. Lo apagamos dejamos unos minutos cerrado y luego abrimos un poquito y ponemos una cuchara de madera, que evitamos de esta manera; que la superficie se cuartee.
5. Dejamos enfriar totalmente y ya la tenemos lista para servir, podemos cubrirla de nuestra mermelada favorita, a mi me encanta la de arándanos, o también un poco de mermelada y frutos rojos, fresas o dulce de leche o sola, es una tarta deliciosa. Podemos añadir al servir un copo de nata, esto suaviza mucho más cada bocado.